De la destilación de las hojas y flores del romero se extrae su aceite esencial. Con él se prepara el alcohol de romero. Sirve para dar fricciones tonificantes en partes del cuerpo y articulaciones doloridas o fatigadas, después de un baño o de una ducha. Está indicado contra los dolores reumáticos, ciáticas, lumbagos, contusiones, esguinces y distensiones, contra la fatiga muscular de los deportistas, las agujetas y los sobreesfuerzos.
La infusión de hojas de romero tiene uso externo e interno. Externamente, sirve para lavar con ella las heridas y las yagas de la piel. Internamente como tónico estimulante, antiespasmódica, ligeramente diurética y estimulante de la secreción biliar. En general fortalece y depura el hígado.
En clave de uso tópico, podemos afirmar que el romero tiene propiedades estimulantes, tonificantes y antioxidantes.
- El alcanfor que contiene el romero, le confieren un efecto hipertensor, fortalece y eleva la tensión, por lo que tonifica la circulación sanguínea. Debido a esta capacidad vigorizante, la esencia está indicada en estados anímicos depresivos y/o agotamiento.
- Es un gran aliado para combatir diferentes alteraciones producidas por el estres o por problemas nerviosos, además de estar indicado para estados anémicos crónicos, ya que contiene mucho hierro.
- Al ser una planta rica en rosmarinico y carnosico, tiene una magníficas propiedades antioxidantes y antimicrobianas. Estos polifenoles constituyen un grupo de compuestos naturales a los que se les considera donadores de hidrógeno o atrapadores de radicales libres. En la actualidad se los reconoce como moléculas que actúan como agentes de oxido-reducción, proteinas que controlan la muerte celular o el envejecimiento.
- El cineol y lineol le confieren propiedades antisépticas que le hacen tener una extraordinaria eficacia en el tratamiento externo de lesiones de la piel
- También está indicado para la dermatitis seborreica y constituye una herramienta imprescindible para tratamientos reguladores de pieles grasas.
