Las mujeres bereberes, eran las que se encargaban de la producción del aceite de argán, y siguiendo está tradición milenaria, en la actualidad tanto la recolección como la elaboración del aceite es llevada a cabo por cooperativas de mujeres.
En el Marruecos tradicional hoy se estima que el 90% de la población rural de la región depende directamente de este árbol, ya que lo utilizan para producir carbón y materiales de construcción, como pienso para sus animales, y su fruto y aceite como alimento, medicina tradicional y "aplicaciones cosméticas".
A nivel internacional el aceite de argán es conocido como el oro líquido de Marruecos. Es uno de los aceites vegetales con más poder regenerador y nutritivo, sólo comparable al famoso aceite de rosa mosqueta. Su composición natural contiene un 80% de ácidos grasos esenciales y grandes cantidades de tocopheroles (vitamina E) en una proporción casi tres veces más que el aceite de oliva.
Así, la ingesta regular de aceite de argán, ayuda a luchar contra el colesterol, previniendo enfermedades coronarias y protegiendo el sistema circulatorio. Reduce la hipertensión, es antioxidante y un gran calmante de dolores articulares y reumáticos
Continuaremos ofreciendoos más información en un tercer y último artículo sobre el argán